jueves, 1 de abril de 2021


El deseo constituye el órgano y nuestras almas son tales

que salidos del océano, tendemos hacia el ave.

A fuerza de desearlo, nos nacerán alas

el aire es nuestro futuro, el....

mar nuestra cuna.

Una raza nueva más orgullosa aparecerá

prestigiosa flor de la evolución

de una sangre sutil más cálida, de marcha aviar

obra de un Dios oculto que llevamos en el corazón.

Entonces se cumplirán los destinos de la raza:

armada con nervios de acero y músculos de hierro

el hombre-pájaro en su vuelo anulará el espacio

recibiendo la energía de los secretos del éter.

Porque un nuevo motor que suprime la hélice

cuyo potente ritmo parecerá un respirar humano

se prepara en la sombra y su seguro artífice

asegura al hombre-pájaro un espléndido futuro.

Y cuando en nuestro globo, planeta moribundo

no reine más que el frío de la muerte

quizá entonces sobrevenga la victoria completa

en un último aletazo, ¡en un vuelo supremo! Dr. Arnulphy

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